Aunque la Internet ha colocado al alcance de todos la posibilidad de comparación, una vez puestos a buscar, los usuarios pronto comprenden que es como cuando se busca un pasaje barato de avión, hay decenas, si no miles de servicios que ofrecen otras tantas inmobiliarias, que ofrecen una primera impresión en la forma en que ofrecen las propiedades que parecen estar en el mejor mundo de la tecnología, como si ello fuera una garantía sobre el inmueble que buscamos.
Lo bueno es que no es necesario visitar los inmuebles, al menos no, todos, sino que podemos filtrar, porque aún la valoración real, pasa por ver el inmueble, sentir su clima, presenciar el entorno en el que gravita; vecinos, servicios, zona, son aspectos engañosos que sólo son de la data de las inmobiliarias, que saben que este tipo de información a la larga o a la corta afectará la relación cliente-inmobiliaria.
Las tendencias a veces se contagian, ya hay ofertas de vuelos, ofertas de hoteles, ahora habrá ofertas de inversiones, pero siempre hubo ofertas de inmuebles.
El negocio de los bienes raíces siempre se han administrado en base a la confianza entre cliente y empresa.
Llevar le modelo de oferta inmobiliaria a Internet, no deja de lado la práctica de las inmobiliarias tradicionales que contactan a los clientes de siempre con ofertas que son el resultado de una cuidadosa atención de la empresa con sus clientes.
Ningún servicio de internet ha reemplazado o neutralizado el servicio personalizado, lo que ha logrado ahora es perfeccionarlo, conocer mejor a su cliente, extender el mercado de posibilidades.
La expansión del negocio del sector inmobiliario, que se ha vuelto globalizado, cuenta con un sistema de restricciones complejo, que hace complicado a su vez comprender la composición entre oferta y acceso a la oferta.
Las tendencias a negociar sin inmobiliarias de por medios, estadísticamente han demostrado ser riesgosas, en la mayoría de los casos y decepcionante en muchos más.
Las restricciones legales, son usualmente encubiertas bajo el atractivo paquete publicitarios, pero los costes de las transacciones y su posibilidad y concreción, suelen reflejarse, además de en lo económico, en el tiempo, y el valor más importante en la era de la tecnología es el tiempo; todo se desarrolla para ahorrar tiempo y facilitar el alcance de las inversiones.
Los mercados inmobiliarios, sobre todo después de las burbujas han estado en retracción, salvo para los inversores que saben esperar; algunas inmobiliarias, como Inmobiliaria Mazzei, aprovechó la situación para diseñar una estrategia urbanística en nuevas zonas, específicamente en zona sur, bajo la visión de los nuevos hábitos de los consumidores, de nuevos escenarios para el urbanismo de la mano de la tecnología y probó tener razón. Durante los años difíciles, incluso, lento pero firme, la revitalización del parque inmobiliario generó una creciente tendencia a las inversiones inmobiliarias en la zona sur.
Entre otras ventajas de la Internet, la comparación entre inversiones es uno de los beneficios, pero las complejidades de la situación local, las restricciones de cada país, son un ítem que los registros comparativos suelen no tener en cuenta.
Los inmuebles son productos que no son fáciles de colocar o de vender, no son un objeto del cual se puede cambiar sus condiciones sin invertir a su vez, de manera que apresurarse a meterse en la vorágine de un mercado de inversiones sin tener en cuenta el bien mismo, la propiedad, con valores más allá de lo material es un riesgo, tanto para el comprador como para el vendedor.
Hay una reacción desde los operadores de cualquier mercado que genere negocio a tratar de calzar en las tendencias de la instantaneidad, sin embargo la pregunta de los es necesario o no, o de si cabe lo instantáneo en un negocios que tradicionalmente ha mutado sus condiciones para agilizarlo y que a la larga termina por desalentar lo apurado, a la larga, tener calma y estudiar mejor los aspectos alternativos, de la mano de los conocedores, de la experiencia, que no es otra cosa que lo que se encuentra en las inmobiliarias tradicionales.
La tecnología ayuda a todos, pero no hay que perder el eje de la cuestión, con ella o sin ella, confianza y experiencia siguen siendo características necesarias en la operatoria inmobiliaria.
Cartón resistente, una idea de un diseñador chino que promete ingresar en el mercado de decoración de interiores, industria del mueble y otras opciones.
La burbuja inmobiliaria provoca efectos secundarios, cualquiera con una propiedad arma un sitio para atendión turística sin tener la menor idea de cómo se lleva adelante un servicio de hotel.